fbpx

La caja negra o por qué sí necesitas una sociedad de gestión colectiva

En las sociedades de gestión colectiva tienen un lugar de objetos perdidos. Le dicen la caja negra. Una cuenta que recibe todo el dinero que no se ha repartido. El dinero que nadie reclama… y que todo los artistas sueña que se los asignen a ellos.

Las sociedades de gestión colectiva son en principio administradores. Su principal función es cobrar y pagar a los titulares de contenido que otros explotan. Las sociedades de autores administran repertorio a nombre de los autores y cobran por ellos. Cada país tiene sus propias sociedades de gestión colectiva.

Suscríbete a nuestra lista de correo

No enviamos spam ni compartimos tu info.

I agree to have my personal information transfered to MailChimp ( more information )

— Aquí un listado de las sociedades de gestión colectiva de Hispanoamérica —

En la música en particular cobran por cada vez que una composición suena en televisión, radio, en conciertos o lugares públicos.

Siempre representan un repertorio. Si el repertorio es representado por la sociedad de gestión colectiva en Colombia —Ej. Sayco— le cobran a los usuarios de ese contenido —emisoras, plataformas digitales, bares, empresarios de concierto— cada vez que utilizan música en su territorio.

Sí hay regalías para los compositores en la era digital

¿Y si el repertorio que suena en Colombia lo representa otra sociedad de gestión colectiva diferente a Sayco (por ejemplo la Sociedad de Autores y compositores de México – SACM)? Sayco cobra por ese uso y luego (por un convenio entre ellos y la SACM) le transfieren el recaudo a ellos.

Eso en grandes brochazos, burdos y acelerados.

Pero hablemos de lo que cobran por el repertorio que no está representado por nadie.

¿Quién se queda con esa plata?

La respuesta corta es “la sociedad que la recauda”… la respuesta larga y por un rato es “la caja negra”.

Repertorio no representado

Hay canciones que no representa ninguna sociedad de gestión colectiva.

Esas canciones que no entran en la cadena de explotación. Que puede ser por varios motivos:

  • porque sus autores no han hecho la gestión de inscribirse a ninguna sociedad de gestión colectiva;
  • porque el título de la canción quedó mal reportado en las planillas de recaudo y no es posible identificar la obra musical; o
  • porque el autor es representado por una editora que no ha hecho de manera correcta la gestión de registro y recaudo ante la sociedad de gestión colectiva.

El primer caso se soluciona inscribiéndose a una sociedad de gestión colectiva en lugar de esperar y esperar.

El segundo es más común de lo que se cree. Más si el título de la canción tiene un error ortográfico (como hace unos años “Ay Vamos” de J. Balvin). Las sociedades de gestión informan periódicamente los listados de títulos no reclamados. No está mal revisar sus sitios web para eso.

En el tercero, es el resultado de la proliferación desmedida de editoras sin rumbo. Empresarios que decidieron montar editoras musicales porque sonaba lucrativo y no entendieron bien qué estaban administrando o cómo sacarle el provecho completo a lo que adquirieron. —Pero esta diatriba me puede dar para un libro entero; otro día será—

En cualquiera de estos tres casos el repertorio es utilizado, la sociedad cobra y el dinero que recaudan queda sin asignación.

Ese dinero no asignado se conoce como la caja negra.

Los montos no reclamados terminan ahí. A merced de la sociedad de gestión que recauda. Sin destino. Mientras los autores se quejan e insisten que no les están pagando.

Advertencia: Hay situaciones en los que el retraso en los pagos por parte de las sociedades de gestión colectiva es real y hay que abordarlo. El caso que planteo es otro. Que la sociedad si recauda y no tiene a quién asignarle ese dinero. No nos quedemos estancados en esa discusión que nos perdemos.

¿y qué hacen con la Caja Negra?

Esperar. Por poco tiempo; pero esperan. Lo normal es que una sociedad de gestión espere al menos tres años con el dinero no asignado. Luego de ese tiempo, entiende que nadie está interesado y lo puede tomar como propio.

Después de esos tres años la reparten. Entre sus socios. En Sayco específicamente hacen un cálculo de la participación que han tenido sus socios en los últimos cinco años y con eso definen cómo repartir la caja negra. Usualmente, las grandes editoras musicales, que administran los catálogos más abultados, se llevan la mayor parte.

¿y mi retroactivo?

… ¿cuál?

Como esperando a Godot. Muchos compositores se debaten entre entrar a una sociedad de gestión colectiva o no. Incluso después de que lanzan sus contenidos y los están explotado por diferentes canales. Creen que las sociedades de gestión colectiva van a estar esperando con su dinero, con su retroactivo.

Y, pues, no.

No pasa.

La sociedad de gestión colectiva cobra, espera y luego reparte.

No espera eternamente a que llegue el verdadero dueño por su recaudo.

Si el compositor o su editora no se interesan en hacer la gestión de registrarse ante una sociedad de gestión colectiva y hacerle seguimiento al repertorio, nunca va a pasar.

¿Y qué pasa si cobran por mi contenido y no quiero estar en ninguna sociedad de gestión?

Es imposible cobrar. Debería ser más fácil, claro. Si ellos cobran por una obra no representada, llega el titular verdadero a reclamar, serían entregarle el dinero y ya. El problema terminan siendo los estatutos de las sociedades de gestión que sólo le pueden pagar a sus socios, administrados u otras sociedades con las que tengan convenios. Autores no representados no clasifican en esa lista.

Solución sencilla

Escoger una sociedad de gestión. La que sea. Aconsejamos preferiblemente la sociedad de gestión colectiva local del lugar donde se van a explotar más los contenidos.

También consideramos que es necesario crear una relación comercial con la sociedad de gestión. Saber cómo funciona, interesarse en sus procesos e informar las actividades que el proyecto musical vaya realizando.

El error más común, y que vemos a diario es esperar y esperar y esperar y creer que la caja negra está guardando las regalías que no han reclamado.

 

PD: Hace un tiempo tuve una buena discusión con varios autores sobre el papel de las sociedades de gestión colectiva. El descontento normal es por el retraso en los pagos, lo sé. La solución ahí es apersonarse de la gestión y exigirles más. Es una tarea ardua, pero es la que hay que hacer.

(Mi repertorio es administrado por Sayco… cualquier cosa.)

Foto

Sharon McCutcheon en Unsplash